IDENTIDADES DE CARTAGENA
Antes de entrar en materia y entrando en materia permítanme preguntar:
1. ¿Quiénes son cartageneros de papá y mamá?
2. ¿Quiénes son nacidos en Cartagena?
3. ¿De los nacidos en Cartagena quienes tienen uno de sus padres nacido en otra parte?
4. ¿Dónde queda el museo de arte moderno?
5. ¿Dónde queda el museo del oro?
6. ¿Dónde queda la iglesia catedral?
7. ¿Dónde está ubicada la India catalina?
8. ¿Dónde queda la gobernación de Bolívar?
9. ¿Dónde queda la iglesia de la santísima trinidad?
10. ¿Quién es al autor del telón de boca del teatro Adolfo mejía?
11. ¿Dónde está ubicado el monumento a la mariamulata y quien su autor?
Hacer referencia a la identidad cultural de una ciudad como Cartagena de Indias resulta una quimera. Por esta razón prefiero usar el plural.
-Cartagena tiene una identidad idílica: es aquella que se presenta a la imaginación y a los ojos de quienes desearían conocerla y que están informados por el ensueño turístico que produce su nombre. Es la Cartagena de playa brisa y mar como dice la canción.
Hace un tiempo escuché a un miembro de alcohólicos anónimos comentar en su testimonio que él siendo del interior decía que en su delirio etílico se pintaba en Cartagena en una hamaca colgada entre dos palmeras, su botella de ron y una negra abrazada por la cintura. Vean que lo del turismo sexual no es nuevo, ya en la imaginación de este hombre se presagiaba, estoy hablando de los años setenta mediados.
-Otra es la Cartagena promovida por las entidades oficiales que se encargan de mostrarla al mundo con el fin de venderla como sitio de interés para quienes tiene la posibilidad de viajar hasta ella.
Esta es la identidad que gravita en los centros nacionales y mundiales de turismo y que posiblemente acompañado del estado de conservación de sus monumentos determinó en su momento la designación como patrimonio histórico de la humanidad. Léase bien patrimonio “histórico” así reza la declaración de la UNESCO. Otra cosa es lo de distrito turístico y cultural que es una determinación gubernamental que ofrece a la ciudad la posibilidad de un trato preferencial desde el ámbito nacional en lo administrativo; y que tampoco es aprovechado convenientemente. Los nuevos piratas y corsarios que la han administrado no han permitido desarrollar lo referente a lo cultural como elemento de identidad ciudadana.
(El distrito de Cartagena de indias está reglamentado por la ley 768 de 2002. Esta le consagra las normas, políticas, administrativas y fiscales de Cartagena, tiene como objeto:” dotar al municipio de las facultades, instrumentos y recursos que le permitan cumplir las funciones y prestar los servicios a su cargo y promover el desarrollo integral de su territorio para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes a partir del aprovechamiento de sus recursos y ventajas derivadas de sus características y condiciones especiales que presenta” como ciudad portuaria, industrial y turística. Según lo estipulado en dicha ley, el distrito de Cartagena fue dividido político administrativamente en tres localidades, cada una con su alcalde nombrado por el alcalde mayor:
1. Localidad uno: Histórica y del caribe norte.
2. Localidad dos: de la virgen y turística.
3. Localidad tres Industrial de la bahía.
A su vez estas localidades están divididas en quince unidades comuneras de gobierno).
Indiscutiblemente que posee Cartagena como destino turístico muchas oportunidades que si bien no son aprovechadas por los dueños del negocio, igualmente siguen siéndolas. Pese a esto no comparto la opinión de que Cartagena sea una ciudad turística. Desde este punto de vista yo defino a mi ciudad como un milagro geográfico y un accidente histórico con vocación turística, que es diferente.
Lo cultural como bien producido por el hombre no se nota en la ciudad, lo cultural no es exclusivamente el referente material producto de la acción humana sino que también está constituido por la mentalidad que forja dichas transformaciones con la intención de servirse de ellas. Infortunadamente quienes determinan que es lo culturalmente valioso son las personas que circunstancialmente tiene el control en la sociedad convirtiendo esta actividad en elemento excluyente de un amplio sector que comparte el mismo espacio geográfico pero no el mismo espacio cultural.
En este momento en Cartagena la oferta de eventos de orden cultural es amplia; pero no tiene la intención de ser compartida con el grueso de la población, que es esa mayoría que habita en sectores marginales. El acceso a estos espectáculos está vedado aún para cartageneros de un nivel cultural medio. Digo lo de la intención porque lo organizadores de eventos de esta naturaleza lo hacen para el foráneo. Los horarios en los cuales son programados los eventos inmediatamente dicen a la periferia esto no es para ustedes, esto tiene destino exclusivo. Son espectáculos culturales para los incautos turistas que en su ilusión de pasar un buen momento conservarán en sus memorias la imagen de una ciudad en donde la cultura se expresa en cada uno de sus espacios.
“No se quiere lo que no se conoce”: reza la sabiduría popular y en Cartagena hablar de identidad resulta aventurado en este momento. Si lo que se muestra al país y al mundo como identidad es lo relacionado con la historia, nada más lejos de la realidad.
Hay otras ciudades en donde desde siempre ha existido la conciencia de ser cosmopolitas en su formación. No así en Cartagena en donde como producto de su historia se forjó una rancia clase social dominante. Cartagena es “cosmoprovincianita” y esta gente venida de otros espacios socioculturales de la nación desconoce su pasado y no sabe cómo aportar en la construcción del presente porque los elementos que trae son muy precarios. En algún momento de nuestra historia a Cartagena llegó gente de la provincia con la intención de beber en una fuente clara y lo lograron y aportaron a la construcción de ese imaginario cultural que en algún momento identificó a nuestro corralito de piedra.
-En otros tiempos la élites de la ciudad le pusieron su sello al estilo español y en ese sentido blasonar en Cartagena no era raro, rezagos de la colonia, él es de buena familia se escuchaba decir en cualquier parte, o en el barrio a quien tenía el color de piel blanqueado si era mujer niña fulana. Recuerdo esto en mi barrio en donde se decía niña Jenny o niña Esther como trato respetuoso simplemente por el color de la piel porque en estas personas no había otro mérito personal para ser tratadas de esa forma (eran las costureras del barrio) Podríamos decir en ese entonces Cartagena se caracteriza por ser chapada a la antigua. Mal que bien había un distintivo desde lo cultural. El tiempo pasa y el desarrollo de la industria, el comercio, la educación y con esta última las oportunidades. Surgen personajes que tienen voz y la ciudad viene a ser identificada según el pensamiento de estas gentes; pero todavía la distinción de clases es marcada, formando ahora un hibrido entre lo pos colonial y lo republicano.
Las costumbres de la ciudad bien fueron retratadas por el Tuerto Lopez cuando dice en uno de sus versos satíricos en OTRA EMOCIÓN con epígrafe de Nietzsche: “y la cocina que no huele a rosas se encuentra junto a la letrina. Cosas de la raza latina”. En una cita de Nicolás Guillén referida al Tuerto dice: “ En una sociedad pacata, monjil, apegada a las viejas tradiciones coloniales, manejada por el clero, explotada por la gran burguesía, conservadora y liberal la voz de «El Tuerto» López no se alzó para divertir al amo, sino para fustigarlo”.
Es un retrato desde fuera de lo que identificaba a Cartagena como como sociedad; pero no olvidemos que el hombre es unidad y por lo tanto no se pueden hacer con precisión quirúrgica separaciones entre lo sociológico y lo cultural ya que en últimas lo primero configura lo segundo. Cómo se comportan los de una clase, cómo lo hacen los de otra.
-Otra es la Cartagena de las mayorías la de los desposeídos. La que en última instancia termina dando identidad sociocultural a la ciudad; pero resulta que este grueso número de habitantes está constituido por gentes de todas las latitudes del país, cada una conservando lo que tiene en su mente como imagen de ciudad constituyendo así una inmensa colcha de retazos desde el punto de vista cultural. Sin el ánimo de entrar en discusiones que parezcan discriminatorias lo que nos ha llegado de fuera no es lo mejor. Por esta razón no es raro encontrar a cualquiera en esta ciudad diciendo: ES QUE LOS CARTAGENEROS NO QUIEREN A CARTAGENA y cabría la pregunta quienes son los cartageneros y desde aquí respondo: los cartageneros son todos los que están aquí, no exclusivamente quienes nacimos aquí que si sacamos cuenta somos especie en vías de extinción.
Culturalmente es vista e identificada por el comportamiento de los ciudadanos del común, los sparringns, los champetuos, picoteros.
En una ciudad como la nuestra en donde los actores culturales de otros tiempos desaparecieron, por ejemplo, se acabaron las orquestas y esto dio paso a hernias culturales como la champeta que dicho sea de paso entró a formar parte de la información turística como elemento de identidad cultural; pero sin embargo es música de gente maluca a la que se discrimina. Teniendo en cuenta lo anterior se puede afirmar que hay elementos que pueden ser trabajados en función del establecimiento de esta identidad, pero que aún no han encontrado su forma. En este sentido comparo a mi ciudad con un vaso de avena en hojuelas aún sin decantarse. Estas se encuentran todavía en suspensión.
Hay otros elementos que bien podrían contribuir a marcar la identidad de Cartagena desde el punto de vista cultural como es su condición portuaria; pero infortunadamente en la ciudad está perdida esta característica. Posiblemente para las estadísticas económicas esto tenga mucho significado y se ensalzará el número de contenedores que entran y salen por esta vía; pero el ambiente portuario no se respira en la ciudad. En las costumbres del pueblo cartagenero no hay nada que la identifique con la vida del puerto. Esto podemos afirmarlo partiendo del desconocimiento del lenguaje marino, podríamos preguntar en este recinto qué es una cuaderna?, qué es una cornamusa, qué es la proa o la popa en una embarcación? Qué significa babor o estribor? Y tal vez serían pocas las personas en condiciones en responder. Cartagena tiene puertos pero no es portuaria. Cuando el puerto era conocido como el terminal marítimo y el máximo delito era el contrabando, la vida del puerto permeaba la ciudad la economía no solo se quedaba en los administradores sino que circulaba, existía lo que se llamaba el negocio a bordo, los comerciantes compraban directamente a los marineros o intercambiaban mercancías por artesanías y otras especies; hasta en ese tránsito el pueblo raso que negociaba aprendía lo que se conocía como el inglés del puerto, el necesario para negociar; la compra y venta de dólares conocido como bolsa negra era otro renglón en el que la economía generada en el puerto irrigaba los bolsillos de la gente común. Pasa el tiempo y se crea la empresa PUERTOS DE COLOMBIA, que por estas cosas de nuestro ser macondiano tienen sus oficinas principales en la capital, con ella el ambiente portuario de la ciudad se siente mucha gente vive del puerto, hay club de los portuarios, equipo de beisbol de colpuertos, club de boxeo de colpuertos y orquesta de colpuertos. Pero como dijo el TUERTO en su momento: “pues ya pasó ciudad amurallada tu edad de folletín”.
Por otra parte el temor al mar, el desconocimiento de las especies marinas y lo que es peor el rechazo de estas como alimento.
La pesca como distracción está reservada a las élites y también en esto hay diferencia y también esto que es un elemento común se convierte en diferenciador de manera excluyente.
El total desprecio por la práctica de deportes náuticos por parte de los nativos es otro de los contrasentidos que desde el punto de vista cultural se presentan en nuestra Cartagena.
Concluyo diciendo que culturalmente Cartagena toma la identidad del pirata de turno.
Si es dueño de hotel Cartagena es turística.
Si es socio de un puerto Cartagena es portuaria.
Si es dueño de picó (pick up) Cartagena es champetua.
Pero no sería justo terminar con la actitud de alguien que como las plañideras lloran sin sentir al difunto.
Propongo desde aquí:
1. El sector turístico debería interesarse por la capacitación en relaciones humanas a gremios como el de los taxistas, cocheros, vendedores de artesanías y otros similares que están en relación directa con la actividad. Así mismo influir directamente para que el cobro de las tarifas de los servicios que prestan sea unificado ya que estos existen en teoría.
2. La secretaría de educación debe impulsar el programa de bilingüismo con verdadero interés, comenzando por el bilingüismo real de los docentes del área. Establecer la cátedra Cartagena de Indias. Establecer con carácter obligatorio la vinculación de los centro de educación públicos y privados a la celebración de las fiestas de la independencia
3. Los directivos del IDER tomar las acciones necesarias para el fomento de los deportes náuticos.
4. Lo señores de los puertos y de la industria patrocinar actividades culturales y deportivas que se sientan en la ciudad. (no como la catequesis de fundación mamonal en los centros educativos).
5. Las autoridades de tránsito y transporte obligar a los conductores de servicio público en general y a sus ayudantes a portar uniformes que los distingan igualmente a cumplir con las rutas asignadas Y a prodigar trato respetuoso a los usuarios.
6. Los dueños de picó (pikc up) usar de manera positiva el influjo que tienen sobre sus seguidores.
Lic. Enrique Rafael Guzmán Valdelamar.